10 enero 2006

Fuego

Muy cerca ha tenido las llamas mi amigo el niño de las aguas, sólo tres pisos por encima del suyo.
He de decir que impresiona, y mucho. Si bien no he notado el calor cercano en la ciudad, sí lo he hecho en la montaña. En la ciudad llamas a los bomberos y todo resuelto, en el pueblín se vuelcan todos los vecinos para lograr salvar las casas, las pertenencias, las vivencias, los recuerdos... de las lenguas de fuego. Es un claro ejemplo de la unión y solidaridad en los momentos dificiles. Me recuerda a lo vivido en las grandes tragedias.

Qué pena que solamente se demuestre en estos casos...