22 febrero 2006

Llegará

En otros tiempos mis manos eran capaces de aporrear el teclado a un ritmo vertiginoso. Ahora esas manos, acompañando al resto del cuerpo, van a ritmo de desgana, les faltan fuerzas incluso para quejarse. Hay muchas cosas que no se consiguen entender en esta vida, quizá la sensación de bloqueo que te invade en momentos como éste te ciegan lo suficiente como para no llegar a otear un viso de claridad. El desenlace final lo conozco, estoy seguro de ello, lo que no veo tan claro es el modo en que llegará. Si no hay otro remedio deberé estrechar las manos de mis compañeros/amigos e irme únicamente con el corazón rebosante de alegría por haberme encontrado con ellos y haber sentido su apoyo y ayuda durante tanto tiempo. Confío en que haya una solución lo menos mala posible. Me iré con pena, pero contento por recibir un soplo de aire fresco que me de un impulso como persona y como trabajador.
Por el bien de la que me está sufriendo, espero que esto acabe pronto.