27 enero 2006

Nubarrones

En situaciones de normalidad se puede dar la circunstancia de mirar por la ventana y ver los destellos del astro rey cuando adentro hay nubarrones, y también ver esos nubarrones en el exterior pero no tener una excesiva concentración de problemas y vicisitudes en el interior. Hoy, mire adentro o mire afuera, la situación es la misma. Nubarrones.
La aguja que recorre la cara A del vinilo está llegando al último corte. La cara B se está salpicando lentamente, aunque cada vez con mayor celeridad, de pequeñas rozaduras que quizá harán que la aguja tampoco recorra la cara B completa.
Cara A (pozo cablero), nubarrones. Cara B (control lógico), nubarrones.
¡Qué difícil es mantener la serenidad, el estado de ánimo impoluto, el buen humor, las ganas de todo cuando los cuchillos se van afilando día a día y te vas colocando en la zona del objetivo del señor lanzacuchillos! Además, mi Ilsa particular atraviesa la espesura de la niebla, niebla que no tiene visos de levantar, esto hace que el horizonte se diluya haciéndose más borroso cada momento que pasa.
Habrá que sacar fuerzas de flaqueza y armarse de valor. No me caracterizo por tener muchos momentos de debilidad, pero siempre hay veces en que, sin querer, el entorno y las circunstancias que te rodean pueden contigo, aunque sea temporalmente.
No obstante: "La catástrofe que tanto te preocupa, a menudo resulta ser menos horrible en la realidad, de lo que fue en tu imaginación". Wayne W. Dyer.